

Heterodoxia: despierta, deja de dormir
Para celebrar los cincuenta artículos publicados desde el inicio de este proyecto hace más de un año, me he tomado la libertad y la molestia de recuperar los artículos publicados en el desaparecido blog heterodoxia entre los años 2009 y 2013. La temática de estos artículos engloba política, economía, historia, filosofía, sociología, pedagogía, psicología... y a pesar de haber sido escritos hace tantos años, describen de manera muy acertada la situación que vivimos actualmente, por lo que muchos de ellos podrían ser considerados hoy día de total actualidad.
Debido a su interés, impedir su desaparición y su caída en el olvido ha sido la razón fundamental para rescatarlos. Su título expresa de forma clara su intención y su contenido, y concuerda con este nuevo proyecto: 100% heterodoxo.
Por heterodoxia se entiende la doctrina u opinión que no está de acuerdo con la sustentada por la mayor parte de un grupo (dogma, establishment, statu quo, poder fáctico o posición ortodoxa) y en especial la que aparece ante la gran mayoría como disidente, herética, extraña o insólita, incluso apartada de lo aceptable y por lo tanto reprobada.
Esto tiene mucho que ver con la dictadura de lo políticamente correcto instaurada en nuestra sociedad por la clase política, que está destruyendo nuestro país. La libertad de expresión, una de las libertades fundamentales de cualquier sociedad democrática que se precie de serlo, se limita exclusivamente a lo que los políticos, los medios y las minorías radicales organizadas deciden que es tolerable y no "fomenta el odio".
"Por eso somos los nuevos heterodoxos, porque somos la mayoría silenciada y olvidada por los políticos y los medios de comunicación."
Ellos deciden lo que está bien y lo que está mal, dónde empieza y dónde acaba la libertad de expresión en base a sus propios intereses y no a los de la ciudadanía. La clase política se ha convertido en el nuevo Dios que dicta las tablas de la ley al resto de los mortales desde su pedestal y a las que todos tenemos que obedecer sin rechistar. Los ciudadanos españoles que no estamos de acuerdo con las medidas que toma la clase política para su propio beneficio, no tenemos derecho a oponernos o criticarlas, simplemente tenemos derecho a callar y a pagar. Por eso somos los nuevos heterodoxos, porque somos la mayoría silenciada y olvidada por los políticos y los medios de comunicación.
El distanciamiento de estos artículos con la avalancha de información a la que estamos sometidos, los convierte en más valiosos aun y debería hacernos reflexionar seriamente acerca de nuestra incapacidad para comprender la realidad, que en mi opinión es debido a la información manipulada y sesgada que nos transmiten los medios de comunicación. No debemos olvidar que dichos "medios de información" no son más que empresas privadas que sirven a sus propios intereses e inversores (a la clase política mediante la concesión o no de publicidad institucional con cargo a los Presupuestos Generales del Estado), pero que no tienen nada que ver con los intereses de la ciudadanía. Ya se sabe, el que se mueva de la doctrina oficial... no sale en la foto. Esa es la razón por la que cada vez más personas decidimos informarnos a través de medios alternativos no controlados por la clase política.
"La falta de información veraz suele ser la raíz de problemas, ya que impide la toma de decisiones acertadas. Si la información de la que dispongo no es la adecuada, mis decisiones serán siempre equivocadas."
Precisamente, la falta de información veraz suele ser la raíz de problemas, ya que impide la toma de decisiones acertadas. Si la información de la que dispongo no es la adecuada, mis decisiones serán siempre equivocadas. De ahí la incredulidad y la desesperación de muchos ciudadanos españoles que asistimos impávidos a la destrucción y el saqueo de nuestro país mediante la legitimación en las urnas de aquellos mismos que llevan décadas sirviéndose de España exclusivamente en su propio beneficio.
Estoy plenamente convencido de que no es que los ciudadanos sean tontos, masoquistas o psicópatas, que les guste votar a partidos que les mienten, que no cumplen sus programas, que les suben los impuestos o que directamente les roban. Sino que carecen de la información veraz que les permita tomar las decisiones correctas y beneficiosas para sus propios intereses y los del resto de la sociedad a la que pertenecen.
Disfruta con la lectura porque la información es poder.