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El Estado del bienestar...

de unos pocos, claro (1)

Estado del bienestar, Estado benefactor, Estado social, sociedad del bienestar, papá Estado o socialdemocracia: todos los términos enumerados anteriormente hacen referencia a una forma de organización política, económica y social del Estado que actualmente es considerada la única manera políticamente correcta de gestionar un país. Todos los partidos políticos son socialdemócratas: azules, naranjas, rojos y hasta los morados, que son más comunistas que Santiago Carrillo... pero que ahora también son socialdemócratas.

 

Yo me pregunto: ¿tan poco "cool" es la democracia en sí misma para tener que añadirle un prefijo?. Parece ser que sí y que si uno es demócrata a secas no está en la onda, no es moderno y es un carca. Siguiendo mi forma de pensamiento lateral, estoy convencido de que cuando la clase política al completo está de acuerdo en algo, eso en lo que hay "consenso", en un 99% de posibilidades es perjudicial para los ciudadanos españoles y muy lucrativo para los políticos.

 

Respecto al concepto de Estado del bienestar, totalmente ligado a la socialdemocracia, es un término tan ambiguo que no tiene sentido alguno: ¿bienestar de qué?, ¿cuánto bienestar?, ¿hasta dónde llega el bienestar?. Según su definición, el bienestar es:

 

· El conjunto de cosas para vivir bien.

· Una vida holgada o abastecida para vivir feliz y con tranquilidad.

"Hay una pequeña cuestión sin importancia: si el dinero no crece en los árboles, ¿quién paga todo esto?. Los que trabajan, ¿no?. ¿Y si ya nadie quiere trabajar porque todo es gratis?. Los ricos, ¿verdad?. ¿Y si los ricos tampoco quieren trabajar?"

Entonces, ¿qué cosas necesita una persona para vivir bien, feliz y con tranquilidad en el Estado del bienestar?. Tanto como le pida el cuerpo porque el bienestar es subjetivo y puede llegar a ser infinito. Sanidad gratis, justicia gratis, policía gratis, colegios y universidades gratis, medicamentos gratis, instalaciones deportivas gratis, ¿qué tal gimnasio gratis?, ¿qué le parecería viajar gratis también?, ¿y un coche gratis para poder desplazarse?, ¿y masajes gratis quizá?, ¿y libros gratis, cine gratis, teatros gratis... que hay que entretenerse también?. Nadie se ha dado cuenta, pero... ¿y la comida gratis?. Es un bien de primera necesidad porque nadie puede vivir sin comida.

 

Pero hay una pequeña cuestión sin importancia: si el dinero no crece en los árboles, ¿quién paga todo esto?. Los que trabajan, ¿no?. ¿Y si ya nadie quiere trabajar porque todo es gratis?. Los ricos, ¿verdad?. ¿Y si los ricos tampoco quieren trabajar?. Eh... pasapalabra. Volvemos a las ideologías irracionales que solo pueden ser desmontadas mediante ideas racionales.

 

La socialdemocracia que todos los partidos defienden, en teoría y solo en teoría se caracteriza por:

· Una economía mixta controlada.

· Programas subvencionados de enseñanza, salud y otros servicios sociales.

· Un amplio sistema de seguridad social para contrarrestar la pobreza.

· Organismos reguladores que protejan a los trabajadores y los consumidores.

· Democracia representativa en un Estado de derecho.

· Ecologismo y leyes que combatan "el calentamiento global".

· Impuestos progresivos.

· Política social progresista y laica.

· Inmigración y multiculturalismo (tercermundismo).

"Te contaré un secreto: el término social que precede a democracia no significa social, sino socialismo. La socialdemocracia es en realidad socialismo camuflado de democracia."

Si te fijas bien en las características que definen a la socialdemocracia, la mayoría de ellas no se cumplen: contrarrestar la pobreza, organismos reguladores que funcionen, democracia representativa, Estado de derecho (que las leyes se cumplan) o impuestos progresivos. Sin embargo, las características que son propias de la ideología de izquierdas o socialista se cumplen a rajatabla: economía controlada, subvenciones, seguridad social, ecologismo, progresismo, laicismo, inmigración y multiculturalismo. Es definitiva, a ti te venden el pack completo, pero cuando llegas a tu casa y abres el paquete, solo encuentras las partes que al vendedor le interesa que te lleves de la tienda... y las que a ti como cliente te interesan, han desaparecido de la caja.

 

Por otra parte, es realmente curioso cómo partidos cuya ideología "en teoría" es de derechas, liberal o conservadora se adscriben a un sistema político completamente de izquierdas. Te contaré un secreto: el término social que precede a democracia no significa social, sino socialismo. La socialdemocracia es en realidad socialismo camuflado de democracia, lo que nos hace llegar a la conclusión de que todos los partidos en nuestro país son socialistas, algo de lo que no hay duda si nos atenemos a su gestión política. Vivimos en un país en el que no hay alternativa política alguna al socialismo, ya que azules, naranjas, rojos y morados son socialistas o comunistas camuflados de democráticos.

 

Por eso todos son iguales... porque al final del camino todos aplican las mismas políticas socialistas. Quede claro que no tengo especial inquina al socialismo, en realidad le tengo inquina y absoluto desprecio a cualquier ideología política, ya que las ideologías se basan en creencias, y toda creencia por definición es irracional. Lo importante son las ideas basadas en la razón, al contrario de las ideologías, que se fundamentan en creencias irracionales. Lo único que critico a los socialistas, comunistas o de izquierda es que son ateos porque no creen en Dios porque es irracional, pero sí creen en la utopía marxista, que también es una creencia irracional. La esquizofrenia llevada a su máxima expresión.

"La desesperación de los supervivientes fue indescriptible, y para muchos fue peor la posguerra que la misma guerra. No había alimentos, ni sanidad, ni vivienda, ni alcantarillado, ni fábricas para trabajar y ganar dinero... nada."

Analicemos por qué se implantó la socialdemocracia en casi toda Europa. Es una larga historia y para entenderlo tendremos que volver hacia atrás en el tiempo.

 

Después de la Segunda Guerra Mundial, no solo Europa, sino casi todo el planeta quedó arrasado material y anímicamente. Jamás se había visto una destrucción de esas características y los muertos se contaban por decenas de millones. La desesperación de los supervivientes fue indescriptible, y para muchos fue peor la posguerra que la misma guerra. No había alimentos, ni sanidad, ni vivienda, ni alcantarillado, ni fábricas para trabajar y ganar dinero... nada. Todo quedó devastado desde Alemania a Japón, pasando por Argelia y acabando en Rusia.

 

En realidad, en dicha contienda solo hubo un vencedor: los USA, que mantuvieron su territorio intacto, perdieron pocas vidas (si lo comparamos con el resto de ejércitos) y casi ninguna baja civil (si exceptuamos a las familias de los militares destinados en Pearl Harbour) ya que la guerra se desarrolló lejos de sus fronteras. Mantuvo intacta su industria y además ganó mucho dinero vendiendo material militar, alimentos y todo lo que necesitó Europa, puesto que esta quedó completamente devastada. Además, este aumento de la producción permitió crear millones de empleos y así superar la Gran Depresión de los años treinta. Después de la guerra entraron en un periodo de prosperidad: los cincuenta y los sesenta, hasta que se embarcaron en la guerra de Vietnam y entraron en decadencia.

"A diferencia de los americanos, los rusos no sacaron más beneficio que el control de varios países (pobres y destruídos) a los que convirtieron en protectorados y a los que tuvo que enviar remesas de alimentos puesto que su población se moría literalmente de hambre."

Los otros vencedores fueron los soviéticos, pero a un coste muy elevado debido a que habían combatido desde casi el principio de la guerra (no como los americanos, que entraron casi al final cuando ambos contendientes estaban casi exhaustos), habían sufrido la invasión de su territorio por los alemanes, los muertos civiles se contaban por millones debido a la guerra y a las hambrunas, su ejército quedó diezmado totalmente debido a que no contaba con la tecnología alemana y su estrategia consistía en enviar a la muerte oleadas de decenas de miles de soldados contra los tanques y aviones alemanes, su industria quedó desmantelada... un desastre sin paliativos para los rusos.

 

A diferencia de los americanos, los rusos no sacaron más beneficio que el control de varios países (pobres y destruidos) a los que convirtieron en protectorados y a los que tuvieron que enviar remesas de alimentos puesto que su población se moría literalmente de hambre: una carga más para su maltrecha economía de posguerra. Tras la guerra, los rusos no tenían siquiera campos donde plantar sus cosechas ya que debido a la invasión alemana en busca del petróleo del Mar Caspio que les permitiera alimentar sus tanques y aviones, los rusos decidieron aplicar la estrategia de tierra quemada que ya habían utilizado contra la invasión de Napoleón.

 

Habían quemado los campos, destruido los graneros y las casas de los campesinos, el ganado sirvió de alimento para los soldados, por lo que no hubo crías y se comieron hasta los caballos y los perros. Las vías de tren fueron desmanteladas y las fábricas desmontadas pieza a pieza. En el espacio que dista entre la alambrada de la frontera alemana y las puertas de Moscú, que fue  hasta donde llegaron las tropas alemanas antes de quedarse sin suministros por las heladas y la nieve, no quedó absolutamente nada.

"Los rusos socialistas pronto se dieron cuenta de que no podrían competir con los americanos capitalistas y su atractivo "way of life", sus hamburgueserías, sus donuts glaseados, sus Chevrolets, sus casas con jardín y sus barbacoas humeantes los fines de semana."

Pero esto viene de mucho antes. Desde que en 1848 Marx y Engels publicaron su Manifiesto Comunista, se empezó a gestar una guerra soterrada entre quienes defendían las tesis colectivistas que sostenía el comunismo, y aquellos que poseían los medios de producción y temían que este movimiento internacional les expropiase sus fábricas, terrenos y propiedades para entregárselo a los trabajadores. La caída de los zares en Rusia y las guerras mundiales fueron parte de aquel conflicto oculto. No hay que olvidar que los nazis alemanes y los fascitas italianos eran de ideología socialista, una rama del comunismo.

 

Dicho enfrentamiento soterrado duró hasta la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética en 1991: 153 años de conflicto armado, ideológico, cultural, económico y social. Todavía hoy algunos nostálgicos pretenden revivir aquel enfrentamiento que costó cientos de millones de muertos en todo el mundo y que en cada país que se ha implantado no ha hecho más que fracasar.

 

Podríamos decir que la Segunda Guerra Mundial fue solo una batalla más dentro de la guerra entre capitalistas y comunistas. USA quedó como el máximo exponente del primero, y la Unión Soviética del segundo. Los rusos socialistas pronto se dieron cuenta de que no podrían competir con los americanos capitalistas y su atractivo "way of life", sus hamburgueserías, sus donuts glaseados, sus Chevrolets, sus casas con jardín y sus barbacoas humeantes los fines de semana. Cuando un político intenta vender una ideología irracional, al menos tiene que hacer que esta resulte atractiva para que se la compren, y desde luego con colas kilométricas para comprar patatas y coles, coches Lada, grises edificios de viviendas de hormigón y una triste vida, no iban a ir a ninguna parte. Solución: represión y control férreo de la población. Si no os gusta os aguantáis.

"Como la batalla del marketing la tenían perdida y no iban a reclutar adeptos a base de un estajanovismo de sangre, sudor y lágrimas, decidieron extender e implantar su ideología de una forma más sutil."

El mayor error que cometió la Unión Soviética fue embarcarse en una carrera armamentística infinita. Si hubiese destinado todos esos recursos en hacer la vida más fácil a su población, al marketing y a la publicidad como hicieron los americanos, quizá hubiese tenido alguna posibilidad de implantar su utopía socialista en el mundo entero. No hay que olvidar que Rusia es el país más grande del mundo (doblando a China y Canadá), posee gas y petróleo, recursos minerales de todo tipo, extensos campos de cereales, la mayor reserva de agua dulce del planeta y se encuentra en medio de la red de comunicación entre Oriente y Europa. Un potencial incomparable si le sumamos los países satélites que controlaba en aquella época y que aumentaban su extensión en un 25%. Pero decidieron tomar la estrategia de ver quién la tenía más larga... y así les fue: nosotros contra el mundo.

 

Los políticos no se diferencian mucho con independencia de su nacionalidad, y el castigo que sufrimos en España actualmente lo padecía el pueblo ruso en aquella época. Stalin (que significa "acerito", de acero) no era más que un delincuente sin estudios que se había dedicado a robar bancos con su banda de atracadores durante la época de los zares, por lo que no se podía esperar mucho de alguien así. Los siguientes mandatarios soviéticos como Malenkov, Jrushchov, Brezhnev, Andropov o Chernenko no pudieron más que continuar con el lío en el que los metió el camarada asaltabancos "acerito". Solo Gorbachov, con algo más de preparación y altura de miras políticas, se dio cuenta de que aquel sistema era inviable política, económica, social y técnicamente e inició la Perestroika (reestructuración).

 

La necesidad agudiza el ingenio y como la batalla del marketing la tenían perdida y no iban a reclutar adeptos a base de un estajanovismo de sangre, sudor y lágrimas, decidieron extender e implantar su ideología de una forma más sutil y silenciosa. Entonces, tal y como ha revelado hace menos de un año un ex-alto dirigente soviético, volcaron todas sus energías en la manipulación cultural e ideológica de la población occidental. Los políticos occidentales capitalistas, enfrascados en el materialismo, el consumismo y los beneficios que les reportaba el libre mercado y las democracias occidentales, dejaron en manos de los adeptos socialistas las ideas, la educación y la cultura. Y ya no hubo vuelta atrás.

"Nació el socialismo democrático, la manera a largo plazo de implantar la utopía socialista en el mundo entero gracias al control de la cultura: televisión, radio, periódicos, editoriales, libros de texto, música, pintura, cine, teatro..."

Nació el socialismo democrático o socialdemocracia, la manera a largo plazo de implantar la utopía socialista en el mundo entero gracias al control de la cultura: televisión, radio, periódicos, editoriales, libros de texto, música, pintura, cine, teatro... todo era susceptible de ser ideologizado y manipulado, incluso reescribieron la historia a su gusto, como ha ocurrido en España. Fieles a su personalidad cuadriculada y obsesiva no dejaron ni un solo resquicio sin colonizar.

 

Si la población se preocupaba por los pobres de África y la desigualdad en el mundo, inventaban el tercermundismo, el multiculturalismo y los movimientos pro-inmigración ilegal. Si se preocupaban por el medio ambiente o los animales, inventaban el ecologismo, los movimientos animalistas y antitaurinos. Si la sociedad reclamaba la justa igualdad entre mujeres y hombres, inventaban el feminismo y la política de género. Si la libertad sexual era una realidad social y una muestra de la libertad y la tolerancia de los ciudadanos, inventaban los colectivos LGTBIXYZ. Si la Guerra Civil estaba superada por los españoles, pues ellos venían con la memoria histórica.

 

Esto es tan evidente que solo tienes que hacer memoria para recordar los miles de libros y los cientos de películas se han hecho en España sobre la Guerra Civil, los niños que se comía Franco para desayunar y lo mal que se vivía en la dictadura. Sin embargo, sobre esa simpática y alegre cuadrilla de chikiteros, más conocida como ETA y que casualmente también eran socialistas, se pueden contar con los dedos de las manos. ¿Casualidad?

"Todo el progreso, las libertades, los derechos y hasta la invención del chocolate es gracias al socialismo y la izquierda. Mientras que todo lo atrasado, carca e incluso la muerte de Manolete es culpa de la familia, la Iglesia, el liberalismo y el capitalismo."

Todas estas justas reclamaciones (hasta cierto punto) de los ciudadanos eran secuestradas por la izquierda socialista, en realidad comunista, hasta llegar al punto al que hemos llegado hoy: todo el progreso, las libertades, los derechos y hasta la invención del chocolate es gracias al socialismo y la izquierda. Mientras que todo lo atrasado, carca e incluso la muerte de Manolete es culpa de la familia, la Iglesia, el liberalismo, el capitalismo... todo lo que no sea socialismo básicamente. La conocida superioridad moral socialista.

 

En una obra faraónica de ingeniería social sin precedentes llevada a cabo durante décadas, estos fanáticos de una ideología irracional y manifiestamente fracasada, han llevado a la población como corderos al matadero para implantar su tan ansiada utopía socialista (o colectivismo oligárquico), donde el Estado (ellos, unos pocos) dominen a la población (nosotros, la mayoría), expropiando nuestras propiedades para que el Estado (osea ellos) lo repartan "justa y equitativamente" entre todos, en virtud de que unos son más listos e inteligentes (ellos) que otros (nosotros). Vamos, que te quitan tus cosas para reapartírselas entre ellos y encima te llaman tonto a la cara.

 

Mi madre siempre me cuenta la simpática anécdota de uno de sus abuelos cuando estalló la Guerra Civil. Mi bisabuelo era un hombre muy llano y recio, algo propio de las buenas gentes castellanas que con mucho esfuerzo han tenido que labrar la tierra generación tras generación y luchar contra las heladas del invierno y el sol abrasador del verano para poder salir adelante. 

 

Un día se le acercaron unos jóvenes y le advirtieron: "Don Vitoriano tenga cuidado, que cuando vengamos los rojos le vamos a quitar la huerta para repartirla entre todos".

A lo que contestó impertérrito: "Hijos míos no os preocupéis, que entre lo mío y lo que me va a tocar de lo que le quiten a vuestros padres... al final saldré ganando".

 

Y los muchachos se fueron con el rabo entre las piernas sin saber qué contestar, puesto que todos en el pueblo conocían de dónde provenían estos nuevos "benefactores" de la sociedad, tal y como sucede actualmente con los nuevos camaradas con iphones y Audis: todos ellos hijos de políticos y de familias adineradas que se erigen en los defensores de los pobres y los desfavorecidos, en una muestra inequívoca de cómo la historia se repite una y otra vez... es que no aprendemos.

 

Continuará...

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