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Las "Trumpetas" del Apocalipsis

Según el libro del Apocalipsis, el Juicio Final estará compuesto por una serie de juicios a cada cual peor. Los siete primeros serán los siete sellos, después vendrán las siete trompetas, para finalizar con las siete copas. Son en total tres juicios consecutivos que se vuelven cada vez más devastadores a medida que se acerca el final de los tiempos.

 

Las misión de las siete trompetas es avisar al mundo de su inminente final. La primera trompeta avisará con una lluvia de granizo, fuego y sangre, la segunda con un meteorito que caerá en el mar provocando un gran maremoto, la tercera es similar a la anterior pero afectando a los ríos y a los lagos, la cuarta oscurecerá el Sol y la Luna, la quinta desatará una plaga de langostas asesinas, la sexta liberará un ejército de demonios, y finalmente la séptima y última dará paso a los siete ángeles con las siete copas de la ira de Dios. Menuda imaginación tenía que tener quien lo escribió.

 

No me gusta escribir acerca de asuntos de actualidad porque creo que no son más que cortinas de humo creadas por la clase política y alimentadas por los medios de comunicación para desviar la atención de los problemas que realmente nos afectan a los españoles. Algo así como que los árboles no nos dejen ver el bosque y no podamos tener la perspectiva suficiente para darnos cuenta de lo que realmente está ocurriendo. A tenor del jaleo y el escándalo que se ha formado en España, parece ser que el Apocalipsis ha empezado ya que la primera de las siete trompetas ha empezado a sonar. Y si además se apellida Trump tiene que ser la primera "trumpeta", no puede haber la más mínima duda. 

"Reconozco que me gusta su forma de ser ya que son emprendedores, valientes, activos, independientes, no esperan a que nadie les solucione las cosas, tiran hacia delante, no son clasistas y son profundamente patriotas."

He de decir (y no me quiero colgar ninguna medalla) que estaba convencido de que Donald Trump se convertiría en el nuevo presidente de los USA. Gracias a que tengo familia directa allí y que hace poco tiempo pasé seis semanas en el país del Tío Sam, tuve la suerte de ver qué es lo que estaba pasando y cómo los americanos estaban hasta el gorro de los políticos de uno y otro signo, especialmente de Obama y Clinton. Además, los escándalos de Hillary Clinton, convenientemente silenciados en nuestro país, no hacían otra cosa que favorecer a cualquiera que le disputara la presidencia. Hasta un mono habría ganado a la candidata demócrata.

 

Uno de los problemas de los españoles es que viajan poco, sobre todo al extranjero, y cuando lo hacen no se enteran de mucho porque van de compras, a hacerse fotos en los monumentos o a atiborrarse de comida. Para mi lo más importante cuando viajo es relacionarme con las personas que allí viven, intentar vivir como ellos y entender cómo es su cultura. Los monumentos, las tiendas o la comida también son interesantes, pero no lo son todo.

 

En España existe cierto sentimiento antiamericano, algo que yo no comparto en absoluto, como habrás podido comprobar en mis artículos. Reconozco que me gusta su forma de ser, ya que son emprendedores, valientes, activos, independientes, no esperan a que nadie les solucione las cosas, tiran hacia delante, no son clasistas y son profundamente patriotas. En el jardín o en el porche de cada casa ondea orgullosa la bandera de su país, algo impensable en España. Y ten mucho cuidado con bromear acerca de su bandera, su himno o sus símbolos porque te puedes meter en un buen lío, ya que para ellos representan a sus muertos en combate, en acto de servicio y a los asesinados en los atentados terroristas, entre otras muchas cosas.

"Lo que hizo Rodríguez Zapatero cuando no se levantó al paso de la bandera americana en el desfile del 12 de Octubre es una falta de respeto que casi nos costó un incidente diplomático grave. Desde luego a maleducados e ignorantes no le gana nadie a los políticos."

Allí el Presidente es un símbolo de la nación, con independencia de su color político. La Casa Blanca es la casa de todos los americanos y por supuesto a nadie en su sano juicio se le ocurre quemar una foto del presidente, una bandera americana o silbar el himno nacional. Ya puedes levantarte del asiento y descubrirte la cabeza como muestra de consideración y respeto cuando suena el himno o te llamarán la atención... y no de buenas maneras. Lo que hizo Rodríguez Zapatero cuando no se levantó al paso de la bandera americana en el desfile del 12 de Octubre es una falta de respeto que casi nos costó un incidente diplomático grave. Desde luego a maleducados e ignorantes no le gana nadie a los políticos. La bandera representa a un país en su conjunto y no a una ideología política... pedazo de merluzo.

 

Este antiamericanismo parece que proviene de la pérdida de la última de nuestras colonias en América: Cuba, la perla del Caribe. A raíz de dicho suceso y a las malas artes de los norteamericanos con el autohundimiento del acorazado USS Maine, del que culparon a la armada española para iniciar la guerra, los españoles cogimos cierta manía a los norteamericanos. Algo que no nos sucede con los británicos, que nos quitaron Gibraltar, o con los franceses, que nos invadieron y tuvimos que mandarlos a su país en la Guerra de Independencia en 1814.

 

Como decíamos, El Apocalipsis ha llegado en forma de señor con el pelo amarillo pollo y cara de pocos amigos... o eso parece según nuestros medios de comunicación patrios y la opinión de sus sesudos opinadores. Trump tuitea no se qué, Trump dice no se cuantos, Trump es un agente ruso, Trump pone los pies encima de la mesa... vamos, que se va a acabar el mundo. Incluso va a construir un muro en Méjico para contener la inmigración ilegal y proteger a sus ciudadanos. En realidad el muro no se va a construir, sino que se va a ampliar el que construyó Bill Clinton cuando era presidente. Sí, el marido de su querida y progre Hillary.

"Y es lógico porque representa todo lo contrario de lo que es la clase política, las élites y los poderes fácticos en España: tercermundismo, inmigración ilegal, giliecologismo, feminismo radical, políticas de genero, colectivos LGTBI, corrección política..."

Por otra parte, resulta bochornoso escuchar a los periodistas insultar a los ciudadanos norteamericanos tachándoles de paletos e idotas solo por votar al candidato que a los medios españoles no les gusta. Y es lógico, porque representa todo lo contrario de lo que es la clase política, las élites y los poderes fácticos en España: tercermundismo, inmigración ilegal, giliecologismo, feminismo radical, políticas de genero, colectivos LGTBI, corrección política... en definitiva, todas esas minorías radicales subvencionadas por la clase política que intentan llevar a cabo un proceso de ingeniería social sin precedentes en nuestro país. Pero eso ya lo expliqué en un artículo anterior sobre la nueva tiranía de estos colectivos, así que no me extenderé más al respecto.

 

Trump representa para ellos el anticristo y los siete jinetes del Apocalipsis, todo en una misma persona por el simple hecho de que se atreve a plantar cara a todos estos aprovechados que viven sin pegar un palo al agua a costa de las justas y legítimas pretensiones de ciertos colectivos minoritarios. Se aprovechan del sufrimiento y de la desgracia de estas personas para montarse su chiringuito y acaparar toda subvención, ayuda o privilegio que conceda el Estado. Las personas que de verdad padecen dichos problemas no son más que los tontos útiles de estos desalmados.

 

Y Trump ha canalizado todo ese malestar social de la población norteamericana, que veía cómo sus impuestos se destinaban a esos grupos de presión en lugar de a solucionar los problemas de la mayoría de los ciudadanos norteamericanos. Eso se ha acabado y las minorías organizadas han visto cómo se les acaba el chollo. Como era de esperar han puesto en marcha a todos sus paniaguados y han empezado a despotricar a diestro y siniestro sobre la ilegalidad del mandato del nuevo presidente, que las elecciones estaban amañadas, que los rusos habían hackeado los servidores y manipulado los resultados, han convocado manifestaciones para impedir la investidura del nuevo presidente...

"Trump ha canalizado todo ese malestar social de la población norteamericana, que veía cómo sus impuestos se destinaban a esos grupos de presión en lugar de a solucionar lo problemas de la mayoría de los ciudadanos americanos."

Esa es la democracia y el Estado de derecho tal y como lo entienden estos demócratas de pacotilla: si los resultados son los que yo quiero, perfecto. Si no me gustan, es que está todo amañado. Es la nueva estrategia política de rodear el Congreso, manifestarse ante las decisiones que les molestan o perseguir a los políticos por las calles. Gracias al malestar de los ciudadanos, estos oportunistas se aprovechan de ello canalizando la frustración social en su propio beneficio e intentar alcanzar el poder, en una estrategia que poco les diferencia de la "vieja política" a la que pretenden sustituir: el fondo es el mismo, solo que la forma es diferente. Coleta o corbata. Camiseta o chaqueta.

 

¿Y el empleo?, ¿y la deuda pública?, ¿y la industria?, ¿y la justicia independiente?, ¿y la corrupción?, ¿y bajar los impuestos?, ¿y los nacionalistas?, ¿y alguien va a devolver el dinero robado?, ¿y alguien va a entrar en prisión por lo de las cajas de ahorro?. Eh... estamos trabajando en ello, ya sabe que las cosas de palacio van despacio. Hasta que los delitos prescriben y ya no se pueden juzgar, claro. Si esa canción ya nos la sabemos también.

 

La verdadera razón del ataque de pánico de la clase política y de los medios de comunicación, reside en que Trump dentro de su plan económico, ha declarado que subiría los tipos de interés en los USA... lo que provocará que la Unión Europea tenga que subirlos también... lo que provocará que España tenga que pagar unos intereses por su deuda soberana que quizá no pueda pagar... lo que provocará que España entre en quiebra técnica... lo que provocará que no se puedan pagar las pensiones ni los sueldos de los funcionarios... y que provocará que la única salida para la clase política española sea por tierra, mar o aire antes de que el pueblo español enfurecido les pille por banda y les linche.

 

Eso es lo que se cuece entre bambalinas, por eso hay que impedir por todos los medios que el nuevo presidente de los USA implante sus políticas económicas apocalípticas... para la clase política, claro. Los ciudadanos norteamericanos están encantados... pero eso no nos lo van a contar los medios españoles.

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